La pandemia destacó el trabajo esencial de los proveedores de cuidado infantil de California, pero la realidad es que la oferta estatal de cuidado infantil disponible y la cantidad de proveedores se han reducido durante años.
El cuidado infantil con licencia en todo el estado está disponible para una cuarta parte de las familias; en el condado de Los Ángeles, es el 22% de las familias, según la organización sin fines de lucro Children Now.

Los expertos han señalado durante mucho tiempo los bajos salarios como una de las razones por las que la fuerza laboral de cuidado y educación temprana del estado se está reduciendo, incluso cuando los padres luchan por encontrar cuidado para sus hijos.
-
Entregamos cámaras a 12 proveedoras de cuidado infantil, educadoras y niñeras del sur de California y les pedimos que documentaran sus vidas empezando en el verano del 2020. Conozca a las fotógrafas.
-
El 17 de junio participe en un evento virtual en directo y vea las imágenes en persona en una serie de instalaciones fotográficas expuestas por toda la región.
-
Read the stories in English.
Si bien los arreglos individuales de cuidado infantil varían, los trabajadores de cuidado infantil de California ganan un promedio de $13.43 por hora.
"Si estás en la profesión, estás ahí por los niños, por la pasión de enseñar, no por el dinero", dice Ruth Flores, maestra de Early Head Start en Mid-City.

Un gimnasio para niños de nivel profesional ocupa la mayor parte del patio de Yvonne Cottage en Lancaster. También compra $500-$600 de comida cada semana, y lleva a los niños de su programa de cuidado infantil familiar a un viaje de campamento anual, sin costo para los padres de clase trabajadora a los que sirve.
"Estamos aquí para proporcionar lo que necesite el niño, independientemente de si nos compensan", dice Yvonne.
Los ingresos de su centro provienen de los padres que pueden pagar de su bolsillo y del estado, el cual paga el cuidado infantil para algunas familias de bajos ingresos a través de una variedad de programas de subsidios.
Los políticos de California establecen esas tarifas y no las han aumentado desde el 2016. Un proveedor de cuidado infantil familiar del condado de Los Ángeles recibe un máximo de $5.42 por hora por cada niño pequeño que necesita cuidado mensual a tiempo completo, y eso solo cuenta 40 horas a la semana. Muchos proveedores con los que habló LAist dicen que a menudo brindan horas adicionales de cuidado infantil para las familias.
"No es que no haya gente diciendo que necesitamos aumentar los salarios de los educadores, y los mismos educadores lo están diciendo", dice Caitlin McLean, especialista superior en investigación del Center for the Study of Child Care Employment de UC Berkeley. "Es que ha habido una falta de voluntad política para invertir el dinero".

Varios proveedores de cuidado infantil que documentaron sus vidas en fotos para este proyecto se pagan a sí mismos un salario mínimo y gastan la mayor parte de sus ingresos en lo esencial como alquiler, servicios públicos y alimentos.
"Me encantaría decir que puedo ahorrar dinero para jubilarme, pero no puedo", dice Yvonne. "He intentado. He intentado."
También pospuso la compra de un audífono, a pesar de descubrir hace unos años que tiene problemas de audición.
“Esto no es una organización benéfica” dice Mike, esposo de Yvonne, a quien ella llama el CEO (Director Ejecutivo).
"Lo entiendo" dice ella. "Pero al final del día, si no estamos dando lo máximo que podemos entonces, realmente, ¿qué estamos haciendo?"

Los proveedores de cuidado infantil han operado durante mucho tiempo con márgenes estrechos.
La pandemia hizo que las operaciones de cuidado infantil fueran más costosas. Los precios de los suministros de limpieza aumentaron drásticamente (latas de Lysol de $20, ¿alguien quiere una?) y la inscripción se redujo. Muchos padres estaban demasiado preocupados para traer a sus hijos y las pautas de seguridad pública limitaban la cantidad de estudiantes que podían asistir.
Un grupo de organizaciones sin fines de lucro de cuidado infantil encuestó a los proveedores de cuidado infantil de Los Ángeles el otoño pasado, y la mitad informó que sus ingresos no eran suficientes para cubrir los costos mensuales, citando, entre otros factores, la baja inscripción y el costo de los suministros de limpieza.

Algunos no pudieron sobrevivir a la crisis: en el condado de Los Ángeles, el número de centros de cuidado infantil con licencia se redujo en un 36% desde el comienzo de la pandemia; el número de hogares de cuidado infantil familiar disponibles se redujo en un 10%.
Para poder sobrevivir, los proveedores que tomaron fotos para LAist tuvieron que juntar fondos de una variedad de fuentes.
Varios dijeron que la decisión del estado de California de continuar pagando una tarifa a los proveedores por las familias inscritas en los programas de subsidios, incluso cuando esos niños no se presentaban o los programas tenían que cerrar temporalmente, creó una fuente importante de ingresos.
Otros proveedores solicitaron con éxito a los programas federales de alivio de COVID, pero esto es una rareza. El Bipartisan Policy Center analizó a los beneficiarios del Programa de Protección de Cheques de Pago y encontró que menos del 7% de más de 670.000 empresas de cuidado infantil a nivel nacional recibieron un préstamo.
En general, estos programas son salvavidas, un respiro temporal. No solucionan las catastróficas fugas que inundaron un sistema de la primera infancia que ya enfrentaba desafíos antes de la pandemia.

El cuidado infantil de alta calidad cuesta más de lo que ofrece cualquier fuente en este momento, ya sean los padres, la filantropía o el gobierno.
Y, sí, eso incluye el promedio de $956 al mes que las familias de California pagan por la educación preescolar (las tasas son aún más altas para los niños más pequeños) mientras que muchos proveedores ganan salarios de nivel de pobreza.
Los maestros de preescolar del estado ganan un promedio de $16.83 por hora, en comparación con el salario promedio de un maestro de escuela primaria de $48.09 por hora.
“Básicamente, los propios educadores están subsidiando el sistema, esencialmente, con sus bajos salarios”, dice McLean de UC Berkeley.

Un estudio de UC Berkeley encontró que casi la mitad de las familias de los trabajadores de cuidado infantil de California participan en programas de asistencia pública como Medi-Cal y cupones de alimentos.
Incluso dentro de los bajos salarios generales, existen disparidades. En promedio, los educadores negros de la primera infancia ganan 78 centavos menos por hora que sus compañeros blancos, según el Center for the Study of Child Care Employment de la universidad.

“Estas malas condiciones laborales para los educadores no son inevitables”, dice McLean. "Son producto de todas las decisiones que hemos tomado en este país y en el estado, [decisiones] que no tenemos que seguir tomando en el futuro".
Los defensores están considerando miles de millones en fondos federales de ayuda para el coronavirus, dedicados al cuidado infantil, y un sindicato de proveedores selectos formado el año pasado está en medio de negociar su primer contrato laboral con el estado.

La ayuda no puede llegar lo suficientemente pronto para los proveedores que anteponen las necesidades de las comunidades que cuidan por encima de las suyas.
La directora de La Habra Preschool, Manoja Weerakoon, no ha aumentado la matrícula en su preescolar desde 2014. Dice que las familias no pueden pagarlo.
"Ahora mismo estoy perdida", dice Manoja. “Lo tomo sólo un día a la vez. Vamos a ver cómo nos va. Vamos a ver cómo nos va. Mientras tanto, por ahora, mantenemos la puerta abierta ".

-
Stephanie Moran Reed had to say goodbye in January to the bookstore she founded with her husband. The MiJa Books owner opens up on customer experiences, mom guilt, and a favorite book recommendation.
-
Anti-Latino slurs were published on the cover of a CSU student newspaper in October. The painful incident led to protests and soul searching at the mostly Latino campus.
-
Many California students live doubled-up with other families and friends.
-
Madeline wrote to the county in mid-November asking for approval to have a unicorn in her backyard. Now the hunt begins.
-
This museum helps students explore the connections between prejudice, anti-Semitism and the murder of more than six million Jewish people and so many others.
-
Prowl with P-22, trace the life of a famed Black architect, Paul R. Williams, and meet a flower-spouting monster. There’s an illustrated story for readers of all kinds.